En vida, hermano! de Ana María Rabatté

Si quieres hacer feliz
a una persona que quieres mucho...
díselo HOY; sé muy bueno...
¡En vida, hermano, en vida!

Si deseas dar una flor,
no esperes a que se muera...
mándala, HOY, con amor...
¡En vida, hermano, en vida!

Si deseas decir: «te quiero»
a la gente de tu casa...
al amigo, cerca o lejos...
¡En vida, hermano, en vida!

No esperes a que se muera
la gente para quererla
y hacerle sentir tu afecto...
¡En vida, hermano, en vida!

Tú serás muy feliz,
si aprendes a hacer felices
a todos los que conozcas...
¡En vida, hermano, en vida!

Nunca visites panteones
ni llenes tumbas de flores.
Llena de amor corazones...
¡En vida, hermano, en vida!

Ana María Rabatté y Cervi (1933 – 2010) poeta y escritora nacida en la Ciudad y Puerto de Tampico Tamaulipas, México, como escritora inició desde muy joven a los 18 años, ya que gustaba de enviar pequeños artículos a sus compañeros de trabajo, que salían desde el fondo de su alma para animarlos y apoyarlos moralmente, Después comenzó a escribir en un boletín de Cursillos de Cristiandad en el año de 1966, posteriormente imprimió para repartir entre sus amigos el libro “Camino a la felicidad”. Escribió más de 24 libros, 7 folletos e innumerables tarjetas-mensajes. escribió para ocho periódicos, revistas, así como variados programas de televisión. También recibió el reconocimiento “Doctor Honoris Causa” por parte del IEST.
Ana María viajó con frecuencia a Ecuador, dando conferencias en Quito, Ibarra, Chorlaví, Cuenca y Guayaquil, lugares donde se editan también sus libros, así como en Colombia. En España dio conferencias y seminarios en Madrid.
La poeta tampiqueña perteneció a la Asociación de Escritoras de Poesía, A.C., de la Universidad Nacional Autónoma de México. De igual forma recibió varios premios durante su andar en la República Mexicana , entre ellos en el Instituto Mexicano Internacional de Arte y Cultura como “Mujer destacada de Tamaulipas”, el primer premio de literatura “Dra. Emma Godoy”. Recibio la medalla “Fray Andrés de Olmos al Mérito Ciudadano” en el año de 1995.
En el Distrito Federal le fue concedido el premio “Jaiba de Oro”, así como también en la ciudad de Saltillo fue homenajeada por parte del Gobierno del Estado de Coahuila, como reconocimiento a su labor de “Consejera de la humanidad” y por su valiosa exhortación que siempre fomentó sobre llevar a cabo las tareas a realizar mientras se permanezca en este mundo, es decir, procurar el bien para los demás “en vida”.