Vía Appia, antiguas vías romanas, excelentes carreteras y auténticas obras de ingeniería.


La Vía Apia (Latín: Via Appia) fue una de las más importantes calzadas de la antigua Roma, que unía Roma con Brindisi, el más importante puerto comercial con el Mediterráneo Oriental y Oriente Medio. Estacio describió su importancia (Sylvae, 2.2) al describirla por su nombre común:
”APPIA LONGARUM TERITUR REGINA VIARUM”
”la vía Apio es conocida comúnmente como la reina de las grandes calzadas romanas”










Los romanos se dieron cuenta de la nobleza inherente del camino imbuido por las circunstancias y el método de su construcción, y su utilidad a la república romana. La vía Apia era el paradigma de todos los caminos romanos subsecuentes. Se convirtió en el mismo símbolo de la república, trayendo consigo estabilidad, paz y libertad a la gente de Italia, por lo menos en sus ideales. Su historiador más grande, Livio, que no era romano de nacimiento, tomó ese punto de vista.
El éxito del ejército romano dependía del uso de bases estratégicas para prepararse para el combate y reponerse después de éste. Éstas permitían que el ejército romano contase con un número grande de tropas en el campo listas para atacar al enemigo. Durante los últimos años de la república romana los romanos se convirtieron en los amos del arte del abastecimiento de tropas
La calzada empezaba en el foro romano y continuaba a través de la muralla serviana hasta la puerta Capena, seguía por el clivus Martis (colina de Marte) y salía de la ciudad. Esta tramo del camino requirió que los ingenieros usaran parte de la vía Latina, y siglos después durante la construcción de la muralla de Aureliano, se necesitó construir otra puerta, llamada la puerta Apia.
En las afueras de Roma, la nueva vía Apia continuaba a través de suburbios de la clase media a lo largo de la vía Norba, la antigua calzada hacia las colinas albanas en donde se encontraba la ciudad de Norba. En esos tiempos la calzada era una vía glarea, de gravilla. Los romanos construyeron una calzada de calidad con capas de piedra y cemento sobre una capa de gravilla, con canales de drenaje a ambos lados, muros de contención y andenes para transeúntes. Se cree que la vía Apia fue la primera calzada romana cuya construcción incluyó cemento de cal, además de piedra volcánica. La superficie de la calzada era tal que se consideraba tan lisa que no se podía distinguir las junturas. La sección de la época romana todavía existe y está flanqueada por monumentos de todos los períodos, aunque el cemento ha desaparecido de las junturas dejando a su vez una superficie áspera.
La calzada no concede nada a las colinas albanas, sino que sigue a través de ellas, aun con cuestas inclinadas. Después pasa por los pantanos pontinos. Aquí, una calzada elevada de casi 30 kilómetros de largo atraviesa los pantanos de aguas estancadas y apestosas en una región separada del mar por unas dunas de arena. Apio Claudio planificó el drenaje de los pantanos siguiendo el ejemplo de antecesores, pero él también fracasó en su intento. La calzada elevada y sus puentes requirieron de constantes reparaciones y a nadie le gustaba la idea de atravesar el pantano. En el 162 a. C., Marco Cornelio Catego construyó un canal al lado de la vía Apia para descongestionar el tráfico y proveer una ruta alterna cuando la calzada necesitaba de reparaciones. Los romanos preferían usar el canal.
La via Appia empezaba con su ruta de "coastals" en Tarracina. Los Romanos la hicieron más derecha, es decir, la enderezaron con gigantes cortes que hoy en día forman acantilados. Desde allí, un camino salía hacia el norte y la ciudad de Capua, donde en ese entonces concluía. Las Horcas Caudinas no estaba muy distante hacia el norte. El itinerario común era Aricia, Tres Tabernas, Appii Forum, Tarracina, Fundi, Formiae, Minturnae (Minturno), Sinuessa (Mondragone), Casilinum and Capua, aunque algunas de estas colonias se añadieron después de las guerras Samnitas. La longitud de la vía era de 132 millas. La ruta original no tenía ningún adoquín, ya que en ese entonces no era muy común usarlos. Algunos sobrevivieron desde aquellos tiempos hasta el día de hoy, incluyendo el primer adoquín cerca de "la porta Appia".



La construcción de las calzadas se realizaban de la siguiente manera (según el dibujo superior):
1.- El pavimiento lo formaban grandes losas planas que facilitaban la circulación. Estaba abombado por el centro para evitar los charcos cuando llovía.
2.- Unos bloques de piedra grandes y bien tallados marcaban los límites de la calzada.
3.- Una especie de hormigón, compuesto por piedras pequeñas y cal, formaba la segunda capa.
4.- Los cimientos de la calzada estaban formados por una gruesa capa de piedras grandes.
5.- Las piedras miliares indicaban la distancia que había entre ese punto y Roma; de ahí el dicho de que "todos los caminos conducen a Roma".
6.- El núcleo de la calzada era otra capa con piedras y restos de tejas y ladrillos unidos con cal.
7.- se construía una cuneta para canalizar el agua de lluvia.

Fuente: wikipedia, majocobe.blogspot.com



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